Cuando se toma la decisión de prepararse para una oposición, una de las primeras preguntas que surge es: ¿por dónde empiezo?. Con tantos temas, materiales y métodos disponibles, es fácil sentirse abrumado. Pero no te preocupes: con una guía clara y lógica, puedes comenzar con buen pie tu camino hacia la aprobación.
En este artículo te mostramos qué estudiar primero y cómo organizar tus estudios paso a paso.
Comprende el tipo de oposición al que te presentas
Antes de abrir cualquier libro, necesitas entender bien el perfil del examen. Cada oposición tiene características únicas. Por eso, lo primero que debes revisar es:
- El contenido del temario oficial (generalmente publicado en el boletín oficial o la web del organismo convocante).
- El tipo de prueba: ¿es de opción múltiple, desarrollo, oral, práctica?
- La duración del examen.
- La estructura del proceso selectivo (oposición libre, concurso-oposición, etc.).
Tener esta información clara es esencial para priorizar los temas más importantes.
Clasifica las materias en categorías
Una buena estrategia es dividir el temario en categorías de dificultad y familiaridad:
- Materias que dominas: aquellas que ya has estudiado anteriormente o que te resultan fáciles.
- Materias nuevas: temas que nunca has visto.
- Materias difíciles: asignaturas que consideras complejas, aunque ya las conozcas.
Esta clasificación te ayudará a equilibrar tu estudio entre refuerzo y adquisición de nuevos conocimientos.
Comienza por las materias base y troncales
En la mayoría de las oposiciones existen materias comunes o troncales que se repiten en muchos procesos. Estas suelen incluir:
- Constitución Española (muy común en oposiciones administrativas)
- Derecho Administrativo
- Organización del Estado
- Legislación básica del sector público
Estas materias son ideales para comenzar porque:
- Suelen aparecer en muchas oposiciones, por lo que el conocimiento se reutiliza.
- Proveen una base teórica sólida para comprender otros temas más específicos.
Estudia primero lo que más puntúa o más se repite
Una técnica inteligente es comenzar por los temas más frecuentes en exámenes anteriores. Para identificarlos puedes:
- Analizar pruebas de años anteriores (disponibles en muchas webs oficiales o foros de opositores).
- Ver qué temas se repiten más a menudo.
- Identificar si existen bloques de mayor peso en la puntuación total del examen.
Si un bloque representa el 40% del examen, debes comenzar por ahí. Es una cuestión de estrategia.
Prioriza los temas con mayor contenido teórico
Hay materias que requieren mucha lectura, memorización y comprensión. Si empiezas con ellas desde el principio, tendrás tiempo para repasarlas varias veces antes del examen. Ejemplos:
- Normativas extensas
- Leyes orgánicas
- Historia administrativa o política
- Organización de instituciones
Estos temas también suelen ser los más densos, así que abordarlos primero te da una ventaja psicológica: vas quitándote “lo pesado” de encima desde el principio.
Establece una rutina de estudio con equilibrio
Aunque tengas que priorizar, no es ideal estudiar solo una materia por semana. Un enfoque mixto funciona mejor:
- Combina una materia teórica con otra más práctica.
- Alterna días con temas que conoces y otros con temas nuevos.
- Introduce revisiones de lo ya estudiado cada cierto número de días.
Un ejemplo de programación semanal:
- Lunes: Derecho Administrativo (nuevo)
- Martes: Constitución Española (repaso)
- Miércoles: Práctica de tests
- Jueves: Materia específica del cuerpo al que opositas
- Viernes: Actualidad o legislación complementaria
- Sábado: Simulado
- Domingo: Revisión general o descanso
No subestimes las habilidades transversales
Además de las materias del temario, muchas oposiciones incluyen pruebas psicotécnicas, ortografía, o razonamiento verbal. Aunque no suelen requerir tanto estudio teórico, necesitan práctica constante.
Si tu oposición incluye alguna de estas habilidades:
- Dedica al menos 1 día a la semana a practicarlas.
- Usa apps o libros especializados.
- Cronometra tus ejercicios para mejorar en velocidad y precisión.
Organiza tu material desde el inicio
Estudiar sin estructura es una de las mayores causas de abandono. Por eso, antes de empezar a leer:
- Crea una carpeta para cada materia.
- Descarga el temario actualizado y oficial.
- Prepara un esquema de cada tema antes de comenzar.
- Utiliza colores, subrayados y resúmenes para organizar la información.
El orden mental comienza por el orden físico.
Establece metas a corto plazo
Para no perder la motivación, es fundamental marcar metas alcanzables. Por ejemplo:
- “Esta semana debo estudiar los temas 1 y 2 de Constitución”.
- “El sábado debo hacer 2 simulacros de examen”.
- “Hoy debo terminar el resumen del tema 3”.
Cada meta cumplida se convierte en un estímulo positivo que te acerca a tu objetivo.
Aprovecha los primeros meses para crear tu base
En los primeros 2 a 3 meses, no te preocupes por hacer simulacros. Concéntrate en:
- Leer los temas por primera vez
- Hacer resúmenes
- Subrayar ideas clave
- Entender los conceptos legales y normativos
Una vez construida esta base, comenzarás a incorporar práctica, repaso y técnica de examen.
Empezar con estrategia es la mitad del camino
El mayor error que comete un opositor principiante es comenzar a estudiar sin una dirección clara. Elegir qué estudiar primero es una decisión estratégica que puede marcar la diferencia entre avanzar con seguridad o perder meses valiosos.