¿Concurso público o universidad? Cómo conciliar los estudios universitarios con las oposiciones

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Muchos jóvenes enfrentan una decisión difícil al terminar el bachillerato: ¿seguir una carrera universitaria o prepararse para una oposición? Otros, ya inscritos en la universidad, se plantean si pueden compaginar sus estudios académicos con la preparación para un empleo público.

La buena noticia es que sí es posible hacer ambas cosas, pero se necesita organización, estrategia y claridad en los objetivos. En este artículo, veremos cómo puedes combinar eficazmente la universidad y la preparación de oposiciones sin comprometer tu salud ni tu rendimiento.

¿Vale la pena intentar ambas cosas al mismo tiempo?

La respuesta es sí, pero no en todos los casos. Antes de tomar esta decisión, reflexiona:

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  • ¿Cuál es tu motivación principal? ¿Terminar la universidad o conseguir una plaza fija?
  • ¿Cuánto tiempo real tienes para estudiar cada día?
  • ¿Qué tipo de oposición quieres preparar y cuál es su dificultad?
  • ¿Tu carrera universitaria tiene relación con la oposición?

Si tus estudios universitarios y la oposición comparten materias o enfoques (por ejemplo, Derecho + oposición administrativa), la sinergia puede ser positiva. Pero si son completamente diferentes (como Ingeniería + Auxiliar Administrativo), el esfuerzo será mayor.

Ventajas de combinar universidad y oposición

Aunque es un desafío, hay beneficios reales en hacerlo:

  • Aprovechas mejor el tiempo: reduces las horas de ocio improductivo.
  • Generas disciplina y hábitos de estudio más sólidos.
  • Ganas experiencia en exámenes, lo que te prepara para retos futuros.
  • Puedes adelantar tu ingreso laboral sin dejar de formarte académicamente.
  • Incrementas tu perfil profesional y tus opciones en el mercado.

Desventajas que debes tener en cuenta

No todo es positivo, y es importante considerar los riesgos:

  • Riesgo de agotamiento mental por la sobrecarga de estudio.
  • Posibilidad de bajo rendimiento en ambos frentes si no te organizas bien.
  • Falta de vida social y estrés acumulado.
  • Puede extenderse el tiempo de finalización de la carrera universitaria.

La clave está en tener expectativas realistas: no podrás hacerlo todo al 100%, pero sí puedes avanzar con inteligencia.

Consejos para organizarte mejor

Si decides asumir el reto, aquí tienes algunas estrategias que pueden ayudarte:

1. Crea un cronograma equilibrado

Divide tu semana en bloques:

  • Mañanas para las clases universitarias.
  • Tardes o noches para la preparación de la oposición.
  • Deja un día libre a la semana para descansar.

Usa herramientas como Google Calendar o Notion para planificar con claridad.

2. Prioriza según el calendario académico y de oposición

Si estás cerca de exámenes finales en la universidad, reduce temporalmente el estudio de la oposición. Del mismo modo, si el examen oficial se acerca, prioriza esa preparación.

El orden de prioridad debe cambiar según la etapa en la que estés.

3. Aprovecha los periodos de vacaciones

Los recesos universitarios son una gran oportunidad para avanzar con fuerza en la oposición. Puedes:

  • Estudiar temas nuevos del temario oficial.
  • Hacer simulacros de exámenes.
  • Profundizar en materias clave que requieren más tiempo.

4. Elige oposiciones compatibles con tu perfil

No todas las oposiciones son iguales. Algunas, como las de auxiliar administrativo o correos, tienen un temario más breve y accesible para estudiantes universitarios.

Si estás empezando, es recomendable que elijas una oposición de nivel medio para no saturarte.

5. No estudies “por si acaso”

Muchos universitarios empiezan a estudiar oposiciones sin una meta clara. Esto lleva al desánimo. Mejor define:

  • A qué oposición te presentarás.
  • Cuándo será la próxima convocatoria.
  • Qué material necesitas.
  • Cuánto tiempo tienes para prepararte.

Tener una meta concreta te mantendrá enfocado.

6. Sé flexible con tu ritmo

No te castigues si una semana no avanzas tanto como querías. Habrá momentos de mayor exigencia en la universidad, y eso está bien.

Lo importante es no abandonar por completo ninguno de los dos caminos. Si necesitas frenar durante un mes, hazlo, pero vuelve.

Recomendación: empieza por hábitos pequeños

Si estás en los primeros años de universidad, no es necesario que estudies 3 horas diarias para la oposición. Puedes empezar por:

  • Leer el temario una vez por semana.
  • Escuchar audiolecciones mientras vas a clases.
  • Resolver pequeños test durante el fin de semana.

Estos hábitos, aunque parezcan mínimos, te darán una ventaja a largo plazo.


Conciliar no es fácil, pero es posible

Estudiar en la universidad y preparar una oposición no es tarea sencilla. Pero si tienes una buena planificación, disciplina y claridad de metas, puedes avanzar en ambos caminos sin renunciar a ninguno.

Recuerda que lo más importante no es la velocidad, sino la constancia y el equilibrio. Cada paso que das hoy te acerca a un futuro más estable y con mayores oportunidades.

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