Uno de los mayores desafíos para quienes se preparan para un concurso público no es solo aprender nuevos contenidos, sino recordarlos a largo plazo. De nada sirve estudiar intensamente una materia si en pocas semanas ya la has olvidado. Es ahí donde entra una de las estrategias más poderosas de memorización: la técnica de revisión espaciada, también conocida como Spaced Repetition.
En este artículo descubrirás cómo aplicar esta técnica paso a paso, con ejemplos y herramientas prácticas para aprovechar al máximo tu tiempo de estudio.
¿Qué es la técnica de revisión espaciada?
Es un método basado en la ciencia del aprendizaje, que consiste en revisar la información en intervalos cada vez más largos, reforzando la memoria justo antes de que el cerebro empiece a olvidarla. Fue desarrollada a partir de estudios del psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus sobre la “curva del olvido”.
Según Ebbinghaus, olvidamos aproximadamente el 60% de lo que aprendemos en solo 24 horas si no lo repasamos. La revisión espaciada interrumpe esa curva y convierte el conocimiento en memoria duradera.
¿Por qué es tan efectiva?
Porque aprovecha cómo funciona el cerebro. No memorizarás mejor por repetir algo 10 veces en el mismo día, sino por repasar la información en momentos estratégicos, cuando tu mente empieza a debilitar el recuerdo.
Con cada revisión, el contenido se fija con más profundidad, y los intervalos entre repasos pueden ser más largos. Esto permite memorizar más en menos tiempo, y con menos esfuerzo a largo plazo.
¿Cómo aplicar la revisión espaciada?
Existen varias formas de incorporar esta técnica a tu rutina. A continuación, te muestro un modelo básico y progresivo de aplicación:
Día 1: estudio inicial
Aprende el contenido por primera vez. Lee, toma notas, haz un mapa mental o resumen en tus palabras. Al final del estudio, intenta recordar lo que viste sin mirar tus apuntes.
Día 2: primera revisión
Haz una revisión rápida. Puedes releer tus notas, volver a ver puntos clave o hacer un test sobre el tema.
Día 4 o 5: segunda revisión
Ahora el objetivo es verificar cuánto recuerdas sin consultar el material. Haz un ejercicio, escribe lo que recuerdes o usa tarjetas de memoria (flashcards).
Día 10: tercera revisión
Repite el proceso, agregando ejemplos prácticos o asociando ideas. A esta altura ya deberías tener dominio del contenido.
Día 20, 30 y siguientes
Haz repasos mensuales más breves. Si notas que aún recuerdas bien, puedes espaciar aún más las revisiones. Si has olvidado algo, vuelve a reforzarlo.
Ejemplo práctico: Derecho Constitucional
Supongamos que estudiaste “Principios fundamentales de la Constitución” hoy, lunes.
- Lunes: lectura y resumen del artículo 1 al 4.
- Martes: primera revisión (leer resumen + hacer 5 preguntas de práctica).
- Viernes: segunda revisión (recordar sin mirar + resolver 10 preguntas).
- Semana siguiente: tercera revisión (flashcards + simulación de cuestión discursiva).
- Fin de mes: revisión general del capítulo + mapa mental.
Este método puede aplicarse para cualquier materia: derecho, informática, lengua española, razonamiento lógico, etc.
Herramientas útiles para aplicar esta técnica
Anki
Es una de las herramientas más conocidas y efectivas para aplicar la repetición espaciada. Funciona con tarjetas (flashcards) y un algoritmo que determina el mejor momento para mostrarte cada tarjeta, según tu desempeño.
Ventajas:
- Totalmente gratis
- Disponible para celular y computador
- Puedes crear tus propias tarjetas o usar barajas ya hechas
- Personaliza el ritmo de revisión
Quizlet
Plataforma parecida a Anki, más visual e intuitiva. Ideal para quienes prefieren una experiencia más amigable.
Permite incluir imágenes, audios y compartir tus tarjetas con otros estudiantes.
Google Calendar o Trello
Si prefieres el papel o no quieres usar apps, puedes programar tus revisiones manualmente. Usa una agenda, Google Calendar o Trello para marcar los días de cada revisión por tema.
Organiza tus repasos como si fueran “compromisos” intransferibles.
¿Cómo organizar tu cronograma de revisiones?
No necesitas revisar todo lo que estudias cada día. El secreto está en tener un registro de lo que estudiaste y programar revisiones por tema.
Consejos:
- Haz una planilla con la fecha en que estudiaste cada contenido
- Programa revisiones en días diferentes para evitar sobrecarga
- Agrupa temas similares para revisiones conjuntas
- Marca con colores lo que ya fue revisado una, dos o más veces
Un ejemplo de cronograma de revisión para una semana:
Día | Actividad principal | Revisión espaciada |
---|---|---|
Lunes | Tema nuevo: Gramática | Revisión del tema estudiado el viernes pasado |
Martes | Tema nuevo: Informática básica | Revisión del tema del sábado anterior |
Miércoles | Simulado de lengua | Revisión del tema de lunes pasado |
Jueves | Tema nuevo: Derecho constitucional | Revisión del tema del martes pasado |
Viernes | Revisión semanal general + flashcards |
¿Cuánto tiempo dedicar a las revisiones?
Las revisiones no deben ser extensas. Como ya viste el contenido antes, puedes hacerlo de forma más rápida y objetiva.
Dedica:
- 10 a 15 minutos por revisión sencilla
- 30 minutos para revisión profunda con ejercicios
- 5 minutos para revisión con flashcards
Si repasar te toma más tiempo que el estudio inicial, probablemente estás agregando contenido nuevo en lugar de solo reforzar lo que ya viste.
Revisión espaciada vs. relectura tradicional
Muchas personas creen que están “revisando” solo por volver a leer sus apuntes, pero eso no activa la memoria a largo plazo. Releer sin estrategia es un método pasivo.
La revisión espaciada, en cambio:
- Es activa
- Exige esfuerzo de recordación
- Refuerza la memoria de forma natural
- Crea conexiones cerebrales más duraderas
Por eso, sustituir la relectura aleatoria por revisiones planificadas es uno de los mayores saltos de calidad que puedes dar en tu preparación.
Conclusión: revisar bien vale más que estudiar muchas veces
Muchos candidatos se sienten frustrados porque estudian mucho y olvidan rápido. El problema no está en la cantidad, sino en la forma de estudiar. La revisión espaciada te permite estudiar con menos ansiedad, más previsibilidad y mejores resultados.
Recuerda: no necesitas ser un genio para aprobar un concurso. Necesitas tener método, constancia y estrategia. Y entre todas las estrategias posibles, pocas son tan efectivas como esta.
Empieza hoy mismo a aplicar la revisión espaciada en tu rutina y verás cómo tu memoria se vuelve tu mejor aliada en el camino hacia la aprobación.