La lengua española es una de las materias más comunes y determinantes en los concursos públicos. Sea cual sea el nivel del cargo o el área de actuación, es muy probable que enfrentes preguntas de gramática, ortografía, comprensión de textos y redacción. Pero, a pesar de ser una lengua que usamos todos los días, muchos candidatos cometen errores básicos por no saber cómo estudiar de forma estratégica.
En este artículo, vas a descubrir un método práctico, organizado y accesible para dominar la lengua española y obtener una buena puntuación en los exámenes, incluso si no te consideras un experto en gramática.
Por qué es tan importante esta materia en los concursos
La lengua española se cobra porque demuestra si el candidato:
- Tiene una buena base de comunicación escrita
- Comprende textos complejos
- Puede interpretar órdenes, leyes y normativas
- Es capaz de escribir correctamente en el ejercicio del cargo público
Además, suele tener peso eliminatorio y también puede servir como criterio de desempate. Por eso, no es una materia para dejar de lado.
Qué temas suelen caer en los concursos
Aunque el contenido exacto depende del edital, la mayoría de los exámenes cobra:
- Ortografía y acentuación
- Uso correcto de las mayúsculas
- Verbos (tiempos, modos, conjugaciones)
- Clases de palabras (sustantivos, adjetivos, pronombres, adverbios)
- Sintaxis básica (sujeto, predicado, complemento)
- Concordancia verbal y nominal
- Signos de puntuación
- Comprensión e interpretación de textos
- Sinónimos, antónimos, parónimos
- Figuras literarias y recursos estilísticos
- Redacción y cohesión textual (en algunos casos)
Si vas a empezar, enfócate en los temas más recurrentes y de mayor peso, como ortografía, concordancia y comprensión de textos.
Cómo organizar tu estudio paso a paso
Paso 1: Haz una evaluación diagnóstica
Antes de sumergirte en los contenidos, resuelve un pequeño simulacro o prueba anterior. Así sabrás:
- Qué temas ya dominas
- Dónde cometes más errores
- Qué tipo de pregunta se te hace más difícil
Con esta información, podrás priorizar lo que realmente necesitas estudiar.
Paso 2: Crea un cronograma por bloques
Divide los temas en bloques semanales. Por ejemplo:
Semana 1
- Ortografía: uso de b/v, s/c/z
- Acentuación: palabras agudas, llanas y esdrújulas
Semana 2
- Concordancia verbal
- Concordancia nominal
Semana 3
- Verbos: tiempos verbales y modo subjuntivo
- Pronombres: personales, demostrativos, relativos
Y así sucesivamente. Al final de cada semana, reserva un día para revisar y hacer ejercicios solo de lo que viste hasta el momento.
Paso 3: Estudia teoría con ejemplos
No basta con memorizar definiciones. Busca siempre ejemplos claros y contextualizados:
- ¿Qué ocurre con la acentuación cuando una palabra cambia de plural a singular?
- ¿Por qué se dice “las aguas frías” y no “las agua fría”?
- ¿Cuál es la diferencia entre “porque”, “por que”, “porqué” y “por qué”?
Cuanto más relaciones las reglas con frases reales, mejor será tu comprensión.
Paso 4: Usa técnicas activas de estudio
Las técnicas activas te obligan a procesar y aplicar la información. Algunas de las más efectivas:
- Mapas mentales para organizar clases de palabras y reglas
- Tarjetas de memoria (flashcards) con definiciones y ejemplos
- Ejercicios de autocompletado
- Dictados o lectura en voz alta para fijar reglas ortográficas
- Autoexplicación: explicar en voz alta un tema que acabas de estudiar
Estas estrategias aumentan tu capacidad de retención.
Paso 5: Lee y analiza textos constantemente
La mejor forma de mejorar en interpretación y redacción es con la lectura diaria. Puedes usar:
- Noticias de periódicos
- Editoriales de revistas
- Artículos de opinión
- Fragmentos de literatura
Después de cada lectura, pregúntate:
- ¿Cuál es la idea principal del texto?
- ¿Cuál es la intención del autor?
- ¿Qué significa tal palabra en ese contexto?
Este hábito, además de prepararte para las preguntas de comprensión, enriquece tu vocabulario y mejora tu redacción.
Paso 6: Practica con ejercicios y simulacros
Haz ejercicios todos los días. Puedes usar:
- Preguntas de concursos anteriores
- Libros de gramática con respuestas
- Plataformas educativas online
Corrige tus respuestas con atención. Si te equivocas, vuelve al tema y refuerza la teoría. No dejes errores sin resolver.
Paso 7: Graba tus propios resúmenes
Grabar tu voz explicando reglas o repasando temas es una forma excelente de reforzar la memorización. Además, puedes:
- Escuchar mientras haces tareas domésticas
- Usar como repaso antes de dormir
- Compartir con otros compañeros de estudio
Lo importante es transformar el contenido en tu propia forma de explicar.
Paso 8: Redacta textos cortos una vez por semana
Si el concurso cobra redacción, escribe al menos un texto por semana. Puedes seguir estos pasos:
- Elige un tema de actualidad
- Escribe un texto de 20 a 30 líneas
- Revisa ortografía, puntuación y cohesión
- Pide a alguien que lea o corrige tú mismo con una lista de verificación
Cuanto más escribas, más seguridad ganarás.
Consejos para mantener la motivación con esta materia
- Alterna la lengua española con materias más técnicas para no saturarte
- Usa materiales con diseño atractivo y ejemplos divertidos
- Celebra tus avances: mejora en una regla, aumento de aciertos, comprensión de un tema difícil
- Recuerda que esta materia puede darte puntos valiosos o eliminarte del concurso
- Estudiar lengua te ayuda en todas las demás asignaturas
Conclusión: dominar el español es una ventaja competitiva
Aunque parezca básico, saber escribir, leer y expresarse bien es una de las habilidades más valoradas en el servicio público. Por eso, la lengua española no debe ser vista como una materia secundaria. Al contrario, puede ser tu arma secreta para superar a otros candidatos con mejor preparación técnica, pero peor comunicación escrita.
Con constancia, práctica diaria y materiales adecuados, cualquier persona puede mejorar significativamente su nivel y transformar el “dolor de cabeza gramatical” en una oportunidad de sumar puntos en la prueba.
¡Empieza hoy y notarás la diferencia en tu desempeño general!